Con la renuncia de Nuria Marín al frente de la alcaldía se presenta una nueva oportunidad para mirar el futuro con cierta esperanza. Tras 16 años gobernando nos deja una ciudad abandonada, donde los delitos no paran de crecer, con calles muy sucias debido a una contrata de limpieza caducada desde hace casi cinco años, sin apenas vivienda pública ni plazas en las residencias para mayores y que continúa sin abordar la okupación conflictiva. A todo ello se suma un incivismo desbocado que vulnera las ordenanzas sin que ello tenga consecuencias. Nuria Marín ha abandonado a los ciudadanos, tan sólo un año después de pedirles su voto, y sin dar explicaciones sobre las dos causas judiciales abiertas, con miembros de su equipo de gobierno investigados. Pero mucho nos tememos que sus herederos seguirán la misma política: mirar para otro lado y negar la realidad de nuestros barrios.
Hace un año nos presentamos a las elecciones municipales con la vocación de dar un giro radical a L’Hospitalet y cuadriplicamos nuestra representación. Desde entonces no hemos dejado de crecer y ya somos la segunda fuerza política a gran distancia del resto. Queremos una vez más agradeceros vuestro apoyo y a los que aún no confían en nosotros, invitaros a repasar las mociones que presentamos en cada Pleno municipal y comprobar cómo proponemos soluciones reales a los temas que realmente interesan a los vecinos.